martes, 12 de mayo de 2009


LXI.

Telas
llenas de POLVO.

LXII.

Se arrancaron el almacon los ojos:

La pasión no sabe esperar.

LXIII.

Debajo de sus cuerpos
desaparece el dolor.

LXIV.

5:00 de la madrugada.
No era tarde; no para el amor.

LXV.

Tocaron el cielo.
Juntos.


LXVI.
Tejieron una historia
con finos hilos de saliva,
de sudor.

LXVII.

Aquí un orgasmo mata 5 estrellas.

Del otro lado del mundo,
un gemido de mujerapuñala el silencio.






5 comentarios:

  1. Como si las palabras descubriesen los propios velos de la piel...
    Me encanta como escribes, Marie. Muchos muchos besos desde otro océano.

    ResponderEliminar
  2. "Del otro lado del mundo, un gemido de mujer apuñala el silencio"...Simplemente magnífico.

    Tus palabras reviven imágenes.

    Saludos Marie!

    ResponderEliminar
  3. el silencio de los amantes, el timpo no conoce en su perspectiva tiempo alguno*

    me ha encantado* besosdulces*

    ResponderEliminar
  4. No hay absolutamente nada que agradecer señorita.

    Para eso se vive.

    PD: El blog está tremendamente cargado de cosas, me perdí apenas entre, consejo de diseñor, besos!

    ResponderEliminar
  5. apuñalando el silencio, me encanta eso. me encanta mucho.

    ResponderEliminar